Una final con sed de venganza

Hace pocos días, los Spurs de San Antonio conseguían la victoria contra Oklahoma City por 112 a 107, convirtiéndose así en el finalista de la NBA por segundo año consecutivo. Una final en la que se medirá de nuevo a los Miami Heats, repitiendo la misma final que tuvo lugar hace justo un año y que en aquella ocasión acabó con victoria para los Heats, que se convirtieron en los campeones de la NBA del año 2013.

Ahora, un año después, esa final se vuelve a repetir, y los Spurs de San Antonio volverán a enfrentarse a los Miami Heats en una final de la NBA que sin duda alguna se jugará con sed de venganza por parte de los Spurs. A su favor cuentan con el hecho de tener una mejor organización como equipo y un mejor organización y dirección también desde el banquillo, aunque una de sus mayores estrellas, Tony Parker, tiene molestias en el tobillo izquierdo, una lesión que puede traerle algunos problemas.

Siete partidos, un único ganador

Esta final de la NBA se jugará en una serie de 7 partidos que comenzarán a partir del próximo jueves a las 8 p.m, y en los que San Antonio Spurs ejercerán como anfitriones en estos partidos. Cada partido se jugará con un intervalo de 48 horas después de haber finalizado el anterior. En esta ocasión las casas de apuestas y los expertos no dan un favorito claro que se alzará como campeón absoluto de la NBA.

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Ambos equipos llegan a la cita con grandes esperanzas pero también con alguna que otra debilidad. Quizá la más sonada sea la posible ausencia de Tony Parker debido a unas dolencias en su tobillo derecho, motivo por el cual no pudo finalizar el partido contra Oklahoma City.

Pero más allá de estos inconvenientes, ambos equipos llegan en muy buenos momentos de forma, por lo que promete ser una final apasionante y reñida que sin duda tendrá sed de venganza por parte de los Spurs.