Los aficionados de ambos equipos tuvieron la gran oportunidad de disfrutar de un partido realmente espectacular en el que los dos equipos estuvieron en todo momento muy igualados. Una auténtica batalla es lo que se pudo vivir en la cancha en la que las defensas estuvieron completamente desaparecidas en ambos equipos.
Para que se hagan una idea, en el segundo parcial del partido, el equipo de casa, el murciano, anotó hasta 40 puntos sin apenas despeinarse. Fue sin duda el comienzo de la remontada, porque en los 10 minutos anteriores los locales tuvieron poco acierto. Todo cambió en ese segundo tiempo y los equipos estuvieron realmente a la altura de las circunstancias.
No había tiempo que perder en un partido realmente intenso en el la grada vibraba con los avances de sus respectivos equipos, pero alguien tenía que ganar y esos fueron los chicos de Quintana. Los murcianos sumaron 101 puntos pero cerca de la victoria anduvieron los vallisoletanos con 90 puntos.
Fuente:Antonio Rodríguez
Agresividad y defensa
Esos fueron verdaderamente los adjetivos para definir el último tiempo del partido por parte del UCAM. En ese momento en el que el cansancio se pudo llegar a notar más por la gran intensidad del partido, es cuando el equipo local parecía sacar toda su munición tanto en defensa como en ataque.
Davis, Grimau, Antelo, Wood… fueron los chicos que comenzaron la remontada que fue encabezada por Kim Tillei con 11 puntos. Realmente espectacular, en el los errores del equipo visitante fueron aprovechados al máximo por los chicos de Quintana que estaban dispuestos a no dejar la oportunidad de ganar un partido.
También el equipo de Valladolid hubo jugadas importantes en el que acciones propiamente individuales pusieron a la UCAM en serios aprietos en algunos momentos. Jugadores como Andjusic, Wright, Rowe u Omari Johnson hicieron realmente jugadas muy interesantes y con mucha efectividad.
Revolución absoluta
En el último tiempo es cuando realmente la ofensiva del UCAM se notó de verdad. A pesar de todo el esfuerzo de los jugadores del equipo murciano, el partido estaba en ese momento muy igualado. En ese momento es cuando el equipo local perdió brillo para ganar en eficacia, su posición defensiva logró al final que la victoria se quedara en casa.
Poco o nada pudo hacer el Valladolid ante la defensa de los de Quintana que afanados en poder mantener la ventaja de puntos que les daba la victoria defendieron su posición con uñas y dientes.