El UCAM Murcia no está muy cómodo en la clasificación cada partido es una nueva final para ganar e intentar salir de los puestos de descenso, los resultados no acompañan al equipo, es un hecho, ya que en todos los partidos han tenido muy buenos minutos, en los que han ido por delante en el marcador pero al final nervios e imprecisiones abocaban al equipo a una nueva derrota. Por eso el entrenador del UCAM Murcia Luis Guil el lunes 23 de enero fue ratificado en su puesto, en baloncesto no estamos tan acostumbrados a verlo pero igual que en el fútbol los entrenadores son ratificados en su puesto con un crédito más o menos largo en función de la economía del club y de la confianza que se tenga en ese entrenador.

Luis Guil está trabajando y haciendo las cosas bien, de momento hay confianza en él para que de la vuelta a la situación del equipo y pueda vivir en una situación más cómoda en la tabla clasificatoria de la Liga Endesa. El en una de las últimas ruedas de prensa afirmo que el estar cuestionado esta en el sueldo, como en todos los trabajos hay unos objetivos que cumplir y eso el lo sabe de hecho desde que llego ha tenido exigencias, en la campaña 2010/2011 que el equipo jugaba en liga EBA la exigencia era que el equipo tenía que ascender a la máxima categoría y lo consiguió siendo el primer clasificado que le daba acceso a directo, este año el objetivo es mantenerse y de momento no está cumplido, está antepenúltimo en la clasificación solo por delante del Blancos de Rueda de Valladolid que es último y del otro recién ascendido el  Blusens Monbus que ya ha jugado su partido de la jornada 18 contra el Lagun Aro y ha perdido 80-88, hoy no es un partido fácil para mantenerse en la antepenúltima posición porque tiene un partido difícil contra el Regal Barcelona a las 20 h pero siempre queda la posibilidad de que se dé la sorpresa.

De todas formas existe una plantilla de jugadores que deberían de estar dando más de lo que dan, como es el caso de Kurz del cual se espera bastante pero que hasta ahora no ha demostrado demasiado. Queda toda la segunda vuelta para cambiar el rumbo y lograr el objetivo de la permanencia, simplemente tienen que jugar 40 minutos y no rendirse hasta que no suene la bocina, porque nos tienen acostumbrados que a partir del minuto 30 no hay nada que hacer, la concentración se va y no se vuelve a recuperar lo que provoca derrota tras derrota.