El Manresa, estrenando patrocinador ante el UCAM, ha salvado su primer duelo a vida o muerte tras derrotar al equipo murciano por 103-100 en un encuentro en el que ambos contendientes se dejaron todo en la cancha hasta el último segundo del tiempo que tuvo que añadirse.
Si el choque merece algún adjetivo, que éste sea el de irregular: los altibajos fueron la tónica durante todo el encuentro. Eso sí, si exceptuamos los primeros minutos, el equipo universitario fue siempre a remolque en el marcador, dejando que los catalanes llevaran la iniciativa.
El momento más complicado para los murcianos se producía a mediados el segundo cuarto, momento en el que el local Salva Arco encabezaba la anotación de su escuadra con once puntos sólo en ese periodo, lo que permitía al Bruixa d’Or alcanzar una renta máxima de 18 tantos (40-22 en el minuto 14).
A remolque casi todo el partido
Rodríguez, Barlow y Jasen enjugaban parte de la diferencia con sendos triples, dejando el marcador en un 51-40 en el minuto 20. Tras el descanso, continuaba el tira y afloja entre las dos escuadras, sin que unos ni otros fueran capaces de sentenciar el partido.
A pesar de que los catalanes sufrían ante la zona que disponía en defensa el UCAM, parecía que a falta de un minuto y veinticinco segundos lo tenían todo encarrilado para el triunfo, ya que ganaban por nueve (87-78), pero cuatro –sí, cuatro- triples consecutivos (Raglang, Franch y dos de Berni) dejaban con dos de ventaja a los pimentoneros a unos segundos de la bocina (90-92).
Prórroga y final marcados por los nervios
Hanga captura un rebote ofensivo, lanza cayéndose hacia atrás y el balón entra. El partido, a la prórroga, después de que los árbitros tuvieran que comprobar en la pantalla de la televisión que la canasta había entrado a tiempo.
En el añadido, los manresanos retomaron la delantera con un Hanga tocado por la Gracia del baloncesto y la moral por las nubes tras el empate en el último segundo. Tal era la euforia, que los ayudó a irse de ocho (100-92) a falta de dos minutos para la conclusión.
Pero el UCAM no se daba por vencido y cuando el marcador reflejaba un 101-100 dispuso de dos posesiones para adelantarse. Sin embargo fueron dos tiros libres de Alex Rodríguez los que provocaron que la victoria se quedara en Manresa y que el UCAM aún no esté matemáticamente salvado.