Este comentario provocó la sucesión de opiniones entre el jugador y sus seguidores, que interpretaron la frase como el deseo de Marcus de volver a casa, más aún si pensamos en el bajón de rendimiento que ha mostrado en los últimos encuentros. El pívot ha querido aclarar el incidente y pedir disculpas si ha ofendido a alguien.

Ningún problema con el equipo ni con la afición

“Entiendo que se hayan podido  malinterpretar esas palabras. Es la primera vez que estoy en una competición tan larga fuera de Estados Unidos y tan lejos de mi familia. Me he acostumbrado a ello. Esos ajustes los estoy asimilando, pero echo de menos a mi familia. No tengo ningún problema con el equipo, con los compañeros ni con la ciudad, simplemente que tengo la mayor prisa por ver a mi familia”, ha afirmado el californiano en rueda de prensa.

En otro tuit Lewis revelaba dónde estaba y que los aficionados podían ir a decirle lo que tuvieran que decir a la cara. La frase sonaba, o podía sonar, a reto, pero “Lo que quise decir es que estaba en el Café Martínez y que todo aquel que quisiera hacerme algún comentario podría hacerlo y aclarar la situación. Yo soy una persona abierta a todo el mundo. Para nada voy a pelearme con nadie. Yo estoy abierto a escuchar a todo el que quiera, luego puedo estar de acuerdo o no”.

Puertas abiertas para la próxima temporada

Finalmente, ha afirmado que sus comentarios no tienen relación alguna con el momento dulce que está viviendo Tillie ni con que esté compartiendo más minutos con él. Es más: ha querido dejar claro que esta temporada se ha sentido muy a gusto en el equipo:

“No tendría –afirma Lewis- ningún problema en seguir en el club si surge esa posibilidad, me lo he pasado muy bien aquí. Alejandro me ha apoyado mucho, cree y sabe lo que soy capaz de hacer. Creo que también todos vosotros sabéis lo que soy capaz de hacer, y, de hecho, lo he demostrado este año”.

El domingo a las doce, el estadounidense se despide, por esta temporada, de la afición en el Palacio de Deportes, ante en CB Canarias.