Con razón los matemáticos afirman que las matemáticas están en todo lo que nos rodea. Yo, desgraciada o afortunadamente soy de letras (como se puede observar, ya que estoy escribiendo ésto) y no recuerdo nada de algoritmos, fórmulas matemáticas y, si me sincero, de la tabla de multiplicación a partir del 7.
Por eso me fascina encontrar gente que sí domina esta ciencia y la explica para que profanas como yo las entiendan. ¿Que a qué viene ésto en un blog de baloncesto? Ésto viene a que el otro día leí un artículo de Ángela Bernardo que cuenta que en el baloncesto, como en todo lo demás, también hay matemáticas y física implicadas, por eso numerosos investigadores han analizado los partidos bajo el punto de vista de la genética, la física y las matemáticas.
Física
No sé vosotros, pero yo cuando veo triples imposibles que entran con precisión en el aro me parece que más que un partido de baloncesto estoy presenciando un partido del quidditch mágico de Harry Potter.
La ciencia, contraria a creer en magia y sí en cosas más racionales, afirma que hay una explicación científica; según Ángela Bernardo «un lanzamiento sigue una trayectoria parabólica compuesta por dos movimientos: uno rectilíneo uniforme horizontal de velocidad constante y otro rectilíneo uniformemente acelerado con velocidad inicial hacia arriba. La velocidad de avance vertical, como vemos, varía linealmente con el tiempo (al principio es positiva, se anula en el punto más alto y por acción de la gravedad, comienza a ser negativa después)»
Traducido al cristiano: cuando un jugador lanza un triple debe calcular la altura a la que se encuentra la canasta, la suya propia, en ángulo del tiro y la distancia que le separa de la canasta: y sin calculadora, a ojo de buen cubero.
¿Y qué pasa con los tiros libres? Porque las variables cambian ya que éstos se suelen lanzar en movimiento y dando un salto. Eso pensaron dos investigadores de la North Carolina State University y realizaron simulaciones matemáticas para determinar cuáles serían las condiciones ideales para lanzar canasta. El estudio, publicado en la revista Journal of Sports Sciences, determina que el ángulo óptimo para encestar se sitúa en 52º y que hay más posibilidades de encestar ralentizando la velocidad inicial puesto que a mayor velocidad, más fallos; por eso recomiendan los lanzamientos desde una mayor altura ya que el movimiento se ralentiza (y yo pensando que era la cámara lenta)
Genética
Según numerosas investigaciones, existen genes relacionados con el rendimiento de los deportistas de alto nivel. Los jugadores de baloncesto deben a la genética gran parte de sus capacidades físicas, llegando incluso al 66% en muchos casos. Otra cosa es que luego desarrollen sus capacidades y logren convertirse en jugadores de élite mejores que otros con la misma genética.
Una investigación publicada en PLoS One identificó dos de las secuencias genéticas responsables del mayor rendimiento en los deportistas de élite: el gen que codifica para la enzima convertidora de angiotensina 1 (ACE) y el gen de la alfa-actinina 3 (ACTN3)
Interesante también el papel de la genética en la rápida recuperación de los jugadores de élite cuando sufren una lesión deportiva. Ricard Pruna, médico del primer equipo del FC Barcelona, ha estudiado la relación entre polimorfismos genéticos, lesiones y tiempo de recuperación. De este estudio se deduce la existencia de determinadas variables que favorecen y aceleran la recuperación de este tipo de deportistas cuando sufren una lesión. que existen determinantes variantes que ayudan a los deportistas a superar antes una lesión.
Psicología
No todo es tan sencillo como calcular ángulos, ralentizar movimientos o haber nacido con unos genes determinados; no somos máquinas de precisión y hay otros factores que influyen en el resultado de un encuentro: su cerebro, por supuesto.
Una investigación realizada por científicos del Center for Neural Computation y el Edmond and Lily Safra Center for Brain Sciences de Israel publicado en Nature Communications, reveló que los jugadores cambiaban su manera de lanzar dependiendo de los resultados que hubieran conseguido antes. Es decir, si en los últimos partidos habían tenido más éxitos que fracasos se animarían en el siguiente a tirar más canastas y viceversa. También durante el partido, por eso si un jugador había encestado un triple había un 30% más de probabilidades de que lo intentara de nuevo.
Fascinante.
Fuente- Ángela Bernardo para ALT10401