El Manresa que llevaba ya unos cuantos partidos sin conocer la victoría, pudo vencer a los murcianos anotando 84 puntos frente a los 74 de los chicos de Quntana. A pesar del buen trabajo realizado en equipo y de acciones individuales de algunos jugadores del Murcia.
El tandem formado por dos jugadores del equipo catalán, Marcus Erickson y Darryl Monroe, fueron la clave para derrotar a un Murcia que a pesar de grandes esfuerzos y buen juego no consiguió adelantarse en el marcador. Además, el factor suerte fue clave para el Manresa, porque el acierto fue muy alto a la hora de que la pelota pasara por el aro. En primer cuarto, el porcentaje de acierto fue del 78%.
Desde el primer minuto los catalanes estuvieron por encima del Murcia en muchos momentos. Tan sólo en los primeros 5 minutos, la ventaja del Manresa era corta pero ya parecía inalcanzable. A pesar de que en el minuto 17 el Murcia consiguió acortar distancias con la ayuda de San Miguel y Romdhame, no acababan de alcanzar a los catalanes.
Sentenciar un cuarto y seguir en la línea
Al final del primer cuarto, el Manresa ya estaba a una distancia considerable del Murcia que pese a sus esfuerzos y ganas no conseguía llegar a igual o superar los puntos. Al cierre del cuarto, el resultado era ya de 48-38. Pero no se quedo ahí todo, el segundo cuarto comenzó fuerte en la cancha, el Manresa volvió a anotar en el minuto 21.
Pero se dice que los esfuerzos siempre tienen una recompensa y en este caso, la tuvo porque a pesar de la derrota, en los siguientes minutos el UCAM consiguió equilibrar y controlar el partido. En minuto 24 del partido la situación ya había cambiado con un resultado de 52-53 a favor de los murcianos.
En el minuto 24 las tornas volvieron a cambiar pero, con una distancia tan pequeña que la esperanza de la victoría se notaba entre los aficionados del Murcia. Un resultado de 63-61 mantenía la ilusión y la motivación a flor de piel. Se dice que «el que sigue la consigue» y así lo estaban intentando hacer los chicos de Quintana.
Flaquearon las fuerzas
Hubo un momento en el que al Manresa parecía faltarle la fuerza para seguir con el partido, pero, Erickson consiguió revivir el espíritu de lucha entre sus compañeros y volvió a distanciarse del Murcia. Quizás algo desconcertados pero con la sensación de haber hecho un buen trabajo, los murcianos no pudieron evitar que el Manresa terminara ganando or diez puntos de diferencia.