Hoy en día, cuando se habla de las Olimpiadas todo el mundo tiene en la cabeza algunos deportes como principales. Atletismo, natación, gimnasia… y, por supuesto, el baloncesto figuran siempre como uno de los platos fuertes de las competiciones.
Sin embargo, eso no ha sido siempre así. El baloncesto, como tantos otros deportes, se ha incluido en la cumbre de los deportes internacionales a partir del primer tercio del siglo XX; aunque sí que es cierto que desde ese momento ha figurado de manera ininterrumpida entre los deportes olímpicos más celebrados.
En realidad, entre los orígenes del juego (hacia 1891) y su inclusión en las Olimpiadas (Berlín, 1936) no había pasado ni 50 años, por lo que se puede decir que el baloncesto es un deporte que muy pronto se introdujo y gustó a la sociedad como para incluirlo tan rápido en los Juegos Olímpicos.
Exhibiciones en Ámsterdam y Los Ángeles
Antes de llegar a 1936 hay que pasar por la fase en la que fue un deporte de exhibición. La primera vez fue en San Luis en 1904 cuando se mostró en las competiciones este deporte. La verdad es que no tuvo mucho calado en esta edición (la tercera de las olimpiadas modernas) ya que tan solo participaron 12 países y 650 atletas.
Hubo que esperar hasta 1928, en Ámsterdam, para ver que el baloncesto podía ser un deporte muy lúdico y que gustaba. También en la siguiente celebración de los Juegos Olímpicos, celebrada en Los Ángeles en 1932 se jugó al baloncesto sin entrar en competición.
El baloncesto se estrena en los juegos nazis
En Alemania, en 1936, por fin el baloncesto entra a formar parte de la élite de los deportes. Los partidos se disputaron entre el 7 y el 14 de agosto de ese año. Iban a participar 23 equipos, pero por problemas políticos España no participó y Hungría se retiró antes de comenzar. También la delegación peruana se marchó después de los percances que sufrieron en los torneos de futbol.
Los finalistas de la competición fueron Estados Unidos, México, Polonia y Canadá. Se jugaron dos semifinales que enfrentaron, por un lado, a EEUU con México y, por otro, a Canadá con Polonia. De ahí salió la final: Canadá – EEUU. Los estadounidenses ganaron el partido con una puntuación de 18 canastas frente a las 9 que pudieron colar los canadienses. Finalmente la medalla de bronce fue para México.