El baloncesto de nuestra infancia

La mayoría de niños son de jugar al fútbol, de vestir camisetas de Cristiano o de Messi y de comprar balones oficiales de la selección. Pero hay una minoría que hemos crecido en las canchas de baloncesto de nuestros polideportivos comarcales, que hemos rechazado cualquier otro deporte y que cada tarde, sin falta, nos hemos reunido para echar unas canastas.

De todo tipo había en los equipos, personas que sabían del tema, que jugaban con faltas e incluso que eran lo suficientemente altos para acertar algún que otro mate. Otros que sabían que no podían tocar el balón con los pies y que ese aro sirve para colar esa pelota, y punto. Pero al final todos se juntaban con todos para echar un divertido 3×3 a media pista.

Es lógico que el fútbol sea un deporte mucho más popular que el baloncesto en España. Por ejemplo, en América es muy común que los niños jueguen al basket callejero y difícilmente encontrarás a alguien chutando un balón en una carretera. Por eso la NBA es la liga más prestigiosa del mundo. Y por eso es un lujo para un jugador español traspasar el gran charco.

 

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Partidos y algo más

No solo a base de partidos se mataba el tiempo en la cancha. Existían juegos muy populares entre los jóvenes a los que casi todos hemos jugado alguna vez. ¿Os acordáis de ese que consistía en tirar desde varios puntos desde el tiro libre mientras el contrario debía intentar pillar el rebote en el aire? En Murcia se denomina “Botella”.

O ese en el que se debían realizar tiros libres en orden (o bien triples, a elegir), hasta conseguir 21 puntos, ni uno más ni uno menos. Luego estaba el que consistía en tirar a la cabeza a tus amigos el balón a ver si acertabas, pero ese no tiene un nombre oficial. Sin embargo, seguro que es mundialmente conocido.

Pues bien, entre todos los murcianos que jugaron al baloncesto cuando solo eran unos pequeños chavales ilusionados, muchos decidieron seguir ese camino y se convirtieron en profesionales. Algunos de ellos acabaron en el UCAM, claro está.

Ahora se enfrentan a un partido muy importante (otra vez, tras la infartante victoria frente al  Estudiantes), contra un equipo que pasa por la misma mala racha que ellos, el Gipuzkoa. Ambos han ganado solamente dos partidos durante lo que llevamos de 2014. Esperemos que saquen toda esa ilusión que tenían cuando eran unos niños y que esa fuerza que mostraron contra el Estudiantes se repita muchas veces más.