Mundial de baloncesto 2014: la pasión llega a España

Por suerte, los campeonatos del mundo de unas u otras disciplinas no siempre se organizan en los países que destacan en este deporte. Si no, el mundial de curling raramente se celebraría fuera  de Noruega; y España sería la más importante sede a nivel planetario de salto de aduana con dinero hacia paraíso fiscal. En algunos países el deporte nacional es uno; en otros, otro.

Pero los campeonatos deportivos no se han pensado como una oportunidad para demostrar el poder de la nación que los organiza (diga lo que diga el señor Putin), sino para que este país tenga ocasión de crecer tanto en buen nombre como en infraestructuras, además de generar afición en torno a un deporte y a los valores que este lleva aparejados. Es por eso que supone una bendición para España ser la sede del mundial de baloncesto 2014.

El idilio español con este deporte comenzaba cuando aún no existían las canastas de tres puntos, las potencias eran las mismas que hacían temblar al mundo con la Guerra Fría y cada encuentro era algo mucho más que personal entre los Estados Unidos de Jordan y la URSS del inconmensurable Kurtinaitis.

Nombres. Hombres. Mitos

Me emociono hasta la lágrima pensando cómo los Arcega, Corbalán, De la Cruz, Martín, Romay, Epi… pudieron con la gran bestia negra europea, la Yugoslavia de Aza y Drazen Petrovic, de Zokic, Zizic, Vukicevic… ¡Qué pequeño era yo entonces y qué grandes aquellos doce monstruos en el buen sentido de la palabra!

Luego, en la final, contra Estados Unidos… Bueno, hablamos de los Erwing, Jordan, Mullin, Perkins… Pero obtuvimos una plata en Los Angeles, en la cuna del deporte de la pasión… ¡Qué demonios! Poco importa que la URSS se empeñara en devaluar estos juegos, como Estados Unidos había hecho cuatro años atrás con los de Moscú. España tenía a sus héroes.

Los héroes generan héroes

Héroes de cuyo juego disfrutaron siendo aún muy niños (algunos lo hicieron por grabaciones o por lo que les contaban sus papás) unos chicos a los que en las olimpiadas de Barcelona, 15 años después, se les llamó “Los Júnior de Oro” (obviaremos el “Angolazo” del 92 por no venir a cuento y porque hasta el mejor escribiente echa un borrón). En el mundial de esta categoría de 1999 los Gasol, Navarro, López… Se comían, casi literalmente, a una selección estadounidense que sólo pudo mirar y aplaudir.

http://www.youtube.com/watch?v=NoT4v_j_9PA

La locura fue ver a estos chicos, ya creciditos, proclamarse campeones del mundo en Japón por primera vez desde que naciera la selección en 1935. Luego, subcampeones del Eurobasket en 2007, campeones en 2009 y 2011 y bronce en 2013, por no hablar de la plata de las olimpiadas de Londres en 2012.

El alma en cada bote

¿Cómo no vamos a estar profundamente enamorados de un deporte ya de por sí apasionante? Siempre habrá quien nos supere y, claro, no podemos esperar estar en la cumbre durante cien años, pero ya nadie nos va a quitar todo los que hemos gritado, todos los abrazos –algunos con perfectos desconocidos-, esas lágrimas, casi siempre de alegría, o el recuerdo de Pepu Hernández casi escupiéndole a la cara a todo un país de futboleros irracionales aquello de ¡¡BA…LONN…CEEESSS…TOOOO!!

Por todo lo dicho hasta aquí, era de justicia que el XVII campeonato del mundo de este deporte se celebrase en España, como así va a ser, entre los días 30 de agosto y 14 de septiembre. Fechas en las que 24 selecciones nacionales van pugnar por ser la mejor y entre cuyos aspirantes se encuentra, obviamente, España.

Por toda España

Los partidos se van a repartir entre seis pabellones en otras tantas sedes: el Palacio de los Deportes de Madrid; el Palau Sant Jordi de Barcelona; el Gran Canaria Arena, de esta misma ciudad; el bilbaíno Bizkaia Arena; y los andaluces Palacio de los Deportes de San Pablo, de Sevilla y Palacio Municipal de los Deportes de Granada.

Es justamente Granada la sede de la selección en la primera fase, del 30 al 4, días en los que se enfrenta a sus rivales del grupo A en la primera fase. La fase final se juega entre Madrid  Barcelona (mitad y mitad del cuadro) del 6 al 14 de septiembre.

En todo caso, para saber exactamente qué selección juega qué día en cada sede, te recomendamos que tengas entre tus favoritas a la web oficial de la FIBA. Para comprar las entradas de los partidos que más te interesen (cuestan entre 15, la más barata y 200 euros, la más cara, el día de la final) puedes recurrir a mencionada página de la Federación Internacional.

Novedades para que todos disfrutemos más

Además, en este sentido, existe una verdadera novedad: supón que eres un filipino muy optimista y claro, reservas tu localidad para la final. Pero se cruza Irán en cuartos y tu equipo, ¡hala!, ¡a jugar por el quinto puesto!… Pues en vez de tragarte una aburrida final España – Estados Unidos, puedes revender tu entrada o comprársela a un estadounidense que no tuviera tanta fe en su equipo como tú en el tuyo.

Pero, vamos a dejarnos de datos, de sedes, fechas  entradas: el baloncesto es pasión y esta no se mide ni se explica… Así, pues, prepárate para que se te escape el alma en cada pase, para que el corazón se convierta en un martillo y cada segundo de los últimos diez de posesión te dé un golpe en el pecho… Prepárate para vivirlo. Prepárate para el baloncesto.